1. Carmen Abraham,  propone el optimismocomo una actitud ante la vida, en la que ser feliz es una de sus últimas consecuencias; sobre todo porque abusando del egoísmo  que supone entregar -nos a los demás, encontraremos pequeñas piedrecitas amarillas hasta “la ciudad de Oz”.

Tal vez asumir el reto de ser optimistas, de generar en nosotros un Estado Interno Favorable, en el  que dar lo mejor de nosotros; Transformarnos a través de una comunicación Positiva, con nosotros,  con los demás… y finalmente orientándonos a la Transcendencia elevándonos sobre la rutina diaria, dándonos cuentas en qué usamos nuestro tiempo, dándole Significado a cada acción, cada minuto, cada pensamiento… Tal vez si somos capaces de darle lugar a todos estos pequeños y gigantes retos, podamos generar las elecciones que cambien nuestra vida, nuestro futuro.

Pues sólo podemos ser optimistas si encontramos algo que nos Eleve, y recuerde que somos seres únicos, y maravillosos, con múltiples oportunidades de ver el vaso medio lleno, y ser felices. Pues hemos venido para ello.