Ya estamos en puertas del solsticio de verano, de la Noche Mágica de San Juan donde muchos de nosotros afinamos los mejores conjuros para pedirle de nuevo al Universo, que nos bendiga con deseos maravillosos.

Qué lástima no recordar que el poder ya lo llevamos en nuestra particular carga cromosómica, ya la tenemos impresa en el ADN, qué lástima que el exceso de estímulos, de miedos, de ambiciones superfluas, nos hagan desdibujar y borrar de nuestro disco duro que somos puro poder, que tan sólo debemos rescatarlo y disfrutarlo.
Pero bueno, si la mágica noche del 23 nos sirve para recordar, mientras saltamos la hoguera, nos mojamos en la playa, quemamos lo viejo y renovamos lo nuevo… no importa el móvil, no importa si utilizamos el fuego purificador o cócteles etílicos que nos abstraigan y permitan fluir con la nueva estación.
Todos los caminos llevan a Roma diría mi abuela, si bien al fin y al cabo, no olvidamos que el verdadero poder lo tenemos desde el momento cero, y el Universo y su multidimensionalidad está a nuestro servicio!!, así que Ley de la Atracción, Descodificación Emocional, o Gin Tonic con mucho hielo… todo vale.