Cuando leí  por primera vez “El monje que vendió su ferrari”, reconozco que reunía algunos de  mis prejuicios por aquel momento: autoayuda, bestseller, moda filosófica, edición “fea”… en fin una suma de variables por las que probablemente a no ser porque confiaba en la persona que me lo recomendó, no lo hubiera elegido. Sin embargo muchos tiempo  después cuando recuerdo cómo lo he releído, me veo con el lápiz como siempre en mano, escribiendo en los márgenes del libro y tomando notas interesantes que espero continuar aplicando a mi vida.

En realidad no creo que el libro descubra nada nuevo, que no haya descubierto en otros libros y aprendizajes anteriores; sin embargo es probable que sin todos ellos, no fuera capaz de entenderlo y sentirlo como ahora me llega tiempo después. Parece un compendio de técnicas que ayudan a mejorar nuestra vida, sin embargo para mi resulta un resumen y organización excelentes para sistematizar todo ese aprendizaje en la mejora de mi camino.

La herramienta de la visualización como algunas otras, es una técnica que practico a menudo, es casi una práctica implícita en mí desde hace tiempo; pues resulta muy potente cuando queremos contribuir  a construir la realidad que deseamos. Esta historia propone esta y muchas otras, de hecho es un buen compendio de herramientas efectivas, que recuperan y muestran el enorme poder de la positividad, e interiorización de todas ellas en nuestra vida. Tiempo después en libros como el secreto y otros, se recuerdan muchas de estas propuestas  traídas tiempo antes por Sharma. A veces, la mayoría, no utilizo estas herramientas con la conciencia de estar haciéndolo, sencillamente se han convertido con el tiempo en un hábito (puede que lo haya incorporado durante los  21 días, o muchos más, no sé).

Para muchas personas, este libro parece más una propuesta sectárea o cuento de ficción, pero sin duda es una sencilla propuesta de mejora en nuestra vida a través de algunos  consejos que pondrán encima de la mesa cosas que probablemente ya conocemos, y puede practiquemos sin saberlo. Esto no quiere decir que no hayan personas maravillosas que se mantengan al margen de estos consejos, pues como en todo, cada maestrillo tiene su librillo.

“Administrar tu mente es administrar tu vida”, este es el mensaje central del libro, que propone la necesidad de cuidar y nutrir nuestra mente, de cultivarla diariamente, de tomar conciencia del enorme poder que tiene. En donde  de los  60.000 pensamientos diarios en una persona, un alto porcentaje de ellos, a menudo más del 50%, son pensamientos negativos… por lo que acabamos convirtiendo nuestra mente en un vertedero de energía altamente tóxica; introducimos nuestra mente en círculos viciosos de razonamientos negativos, apegos negativos que nos perjudican en todos los ámbitos de nuestra vida, en el trabajo, en nuestras relaciones familiares, etc…

Las técnicas de autocontrol que nos propone el monje que vendió su ferrari, ponen a nuestro alcance un conjunto de herramientas interesantes que nos permiten el cambio de paradigma necesario para que nuestra vida se acerque a la excelencia, que en realidad todos deseamos, pero que a menudo no pensamos  sea factible en nuestra vida. Premisa para ello, es que indistintamente de lo que ocurra en nuestra vida, entorno, en nuestro trabajo en estos momentos complicados donde muchas personas no ven luz, siempre tenemos la capacidad de elegir absolutamente libres qué reacción es la que vamos a adoptar hacia ello.

Se plantea la necesidad de experimentar la lucha, el dolor para ser capaces de superarlo, de experimentar el placer del crecimiento ante las lecciones aprendidas, y la voluntad y libertad de permitirnos soñar, de salir de nuestra zona de confort para a pesar de todo no sólo quedarnos en el sueño, sino experimentarlo.

La actitud absolutamente positiva en nuestra mente, es una premisa… así podremos progresivamente dotarla  de positividad y hacerla expansiva a nuestras relaciones; para ello las técnicas excepcionales de autocontrol emocional que propone Sharma resultan de fácil aplicación y compromiso:

Dirigir la vida hacia un propósito, misión, objetivo…. Definirla, hacer el ejercicio de escribirla (el poder de lo escrito es tan poderoso como el de visualizarlo), y asumir ese compromiso con nuestro entorno y sobre todo  con nosotros. Dejar un hueco en nuestra rutina diaria, para vaciar la mente, para reflexionar y estar con nosotros mismos, en soledad, silencio…

Cambiar los pensamientos indeseables cuando éstos ocupen nuestra mente, por otros totalmente opuestos,positivos y enriquecedores, que por ende harán una limpieza.

La técnica del secreto del lago, o efecto Merlín (como dirían otros): En el que la mente trabaja con imágenes, imaginándonos como nos gustaría ser, qué nos gustaría que ocurriera… el poder de la visualización.

Buscar el enriquecimiento constante del cuerpo, la mente y el alma, lo que los orientales llama el kaizen(proceso de mejora continua), vivir con disciplina, respetando el propio tiempo, abrazando el momento presente  el AQUÍ Y AHORA, el servicio desinteresado hacia los demás… y una largo etcétera que merece la pena leer y reflexionar desde un proceso absolutamente personal.

  1. Sharma deja una propuesta que merece ser atendida con entusiasmo y personas comprometidas con sus propios procesos “kaizen”. Propuesta para aquellas personas que quieran saborear el viaje, cultivar su propio destino, entendiendo que la FELICIDAD es un viaje, no un destino… esta propuesta es para personas que quieran vivir cada día como si fuera el último!!